Como ya comentamos en una entrada anterior, cuando estamos intentando adelgazar tenemos que racionalizar la báscula y ser conscientes de que la diferencia de peso entre dos pesadas consecutivas no nos dice gran cosa.
Lo verdaderamente importante en este sentido es la tendencia a la baja, a la alta o a mantenerse en pesadas sucesivas. No tenemos que empeñarnos en perder un peso determinado por semana, sino en que la marcha del peso, semana tras semana, sea descendente. Con altibajos, seguramente, pero descendente. De hecho, la gráfica de pérdida de peso en el tiempo es siempre una línea quebrada, en la que puede haber incluso picos de subida, lo que no será preocupante siempre y cuando la tendencia sea hacia abajo.
Además, aunque hiciéramos lo mismo en semanas consecutivas (misma dieta y tipo de ejercicio), la manera en que la báscula reflejaría la pérdida de peso será distinta en una semana que en otra.
Imaginemos que estamos bajando las escaleras de casa ¿de acuerdo? Podemos hacerlo más despacio o más deprisa. Incluso cuando caminamos por el rellano de un piso, si alguien nos preguntara ¿qué haces? Contestaríamos: bajar las escaleras. Y es lo que estamos haciendo. Aunque en ese momento no estemos avanzando hacia abajo, la tendencia es a bajar aunque estemos caminando en llano. Es más, si se nos caen las llaves y retrocedemos un par de escalones para recogerlas, seguiremos diciendo que estamos bajando las escaleras porque esa es nuestra intención, nuestra dirección y en general, nuestra tendencia.
Si lo tenemos tan claro con las escaleras, ¿por qué no pensamos lo mismo con el peso? De esta manera, no tendremos que preocuparnos si alguna semana no perdemos peso (o si cogemos algo) siempre y cuando la tendencia general sea descendente.
Del mismo modo, podemos decir que estamos engordando cuando la tendencia es a subir, aunque alguna semana suelta la báscula diga que hemos perdido peso y quizás sea el momento de plantearnos seriamente cambiar algunos hábitos de alimentación porque (y volvemos a repetirlo), si seguimos haciendo lo mismo conseguiremos los mismos resultados.
Y esto también nos sirve para cuando queremos mantener un peso estable. No podemos pretender pesar exactamente lo mismo cada vez que subamos a la báscula. Eso no sería mantenerse, sería milagro. Mantener el peso es mantener un peso determinado más/menos un kilo y medio o dos kilos, es decir, mantener una tendencia estable.
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