jueves, 28 de marzo de 2019

visión holística

Todos los días nos encontramos artículos y posts sobre nutrición y alimentación en los que nos recuerdan lo mal que hacemos la compra, lo mal que cocinamos y, en definitiva lo mal que comemos, muchos de ellos realizados por profesionales y “gurús” de la nutrición.

También encontramos a diario artículos y posts sobre las repercusiones que la alimentación tiene sobre distintas facetas de nuestra salud y cómo influyen en el desarrollo y mantenimiento de ciertas enfermedades (obesidad, cardiovasculares, tumores…) estos escritos por profesionales de la medicina.

Mucho peor que esto, la avalancha de pseudoartículos y publicidades sobre dietas milagro, superalimentos y todas sus supuestas “virtudes y bondades”, publicados estos por pseudoprofesionales, pseudoperiodistas e influencers varios.

Y con tanta información, dibujos, esquemas e infografías, nos volvemos locos con lo que tenemos que comer o dejar de comer. Y más si tenemos en cuenta que las informaciones van variando según van avanzando las investigaciones y lo que ayer era “lo más” hoy es pecado mortal de necesidad.

Claro que hay que comer bien, eso nadie lo discute. Y claro que hay que informar y remover conciencias. Lo que no tengo tan claro es si con tanta información no estamos consiguiendo hacer una campaña de acoso y derribo, de parálisis por análisis y, en definitiva de culpabilización de la gente que puede llegar a sentirse como unos auténticos analfabetos nutricionales (doctor, he picado, me he zampado unas lentejas que tenían chorizo…)

Desde luego que los profesionales (médicos y nutricionistas) lo hacemos con toda nuestra mejor intención (excluyo a los “pseudo”) ya que desde nuestro conocimiento intentamos hacer, de la mejor manera posible una buena educación en la alimentación, pero ¿lo estamos enfocando bien? ¿tenemos en cuenta las consecuencias negativas (culpa, frustración, etc)? ¿tenemos en cuenta las emociones con las que nuestros pacientes se enfrentan a la comida?

Y aquí es donde yo quería llegar, a las emociones.

Llevo más de 30 años de ejercicio profesional. Ya hace unos cuantos años, publiqué el libro “ADELGAZAR EN POSITIVO. Manual de primeros auxilios para dietas de adelgazamiento”, un libro de autoayuda que hace más hincapié en la actitud con la que te enfrentas a la comida que en la comida en sí. 

Y está claro. Somos seres “holísticos”. No podemos desvincular nuestro cuerpo de nuestras emociones y de cómo las unas influyen en el otro y viceversa. 

Podemos saber muy bien qué tenemos que comer, cómo lo tenemos que preparar y el ejercicio que tenemos que hacer, pero si la cabeza no está alineada con el objetivo, no conseguiremos nada positivo y sí más frustración y sentimiento de culpa por no ser capaces de poner en práctica la teoría que sí conocemos.

Por eso es muy importante trabajar también, desde el interior, la manera en que nos enfrentamos a la comida, ya sea para tener un peso saludable, para mantener una dieta acorde con nuestra salud o nuestras enfermedades y al final conseguir “estar bien”, que en definitiva, es la base de nuestro bienestar.

En una de las líneas del post anterior, digo que soy Médico, que soy Dietista y que soy Coach.  Y eso es, fundamentalmente, porque no quiero perder de vista esa visión holística de mis pacientes como un todo porque muchos de ellos conocen la teoría y aunque saben lo que tienen que hacer y por muchas pautas nutricionales que se les dé, se sienten incapaces de seguir una dieta, se autosabotean continuamente y siempre encuentran una excusa, piensan que no tienen fuerza de voluntad, utilizan la comida como remedio para su ansiedad, son incapaces de disfrutar de lo que comen, creen que las dietas no funcionan con ellos, necesitan cambiar la forma de relacionarse con la comida, no saben distinguir el hambre físico del hambre emocional y, en definitiva, les cuesta reconocer y gestionar sus emociones con respecto a la comida.

Así que, si sabes que algo tienes que cambiar pero no sabes cómo, además de los consejos nutricionales y de salud, un proceso de coaching para estar bien te puede ayudar. Y si crees que yo te puedo ayudar, pregúntame cómo.




P.D.: Si te interesa adquirir mi libro “Adelgazar en positivo”, lo puedes encontrar en Amazon: goo.gl/CwxrSk o directamente en Clínica Nutriestética (Avda Colon 43 bajo, Logroño)


domingo, 17 de marzo de 2019

y tú ¿quién eres?

Soy muchas cosas y, si me preguntan, no tengo muy claro qué (o quién) soy. No sé muy bien qué etiqueta me define mejor.
Soy marido, padre, hijo, hermano, cuñado, primo…
Soy médico, soy dietista y soy coach.
Soy currante. Soy jefe. Soy compañero.
Soy emprendedor. Soy “aprendedor”.
Soy habitante, ciudadano, votante…
Soy runner y soy muy sedentario.
Soy listo y hago y digo tonterías. Soy tonto y sigo formándome para ser listo.
Soy divertido y soy un coñazo.
Soy tolerante y hay cosas que no tolero.
Soy lo que me ha pasado y lo que aspiro a que me pase en el futuro.
Soy lo que pienso. Soy el significado que le doy a lo que pienso.
Soy un ser humano. Soy persona. Soy animal. Soy cosa.
Soy el resultado de mi educación. Soy cultura. Soy incultura. 
Soy cuerpo. Soy mente. Soy emoción. Soy sentimiento.
Soy amor. Soy valores. Soy espíritu.
Soy el conjunto de mis defectos.
Soy duda.
Soy cambio continuo.
Soy como tú. Soy como todos. Soy único e irrepetible.

En definitiva, solo soy lo que soy mezclado con lo que no soy, lo que puedo llegar a ser y lo que pude haber sido .
Y aunque solo sea por todo lo que soy, soy un privilegiado que a veces se olvida de que lo es.