¿Cuántos kilos tengo que perder? Preguntan muchas personas.
¿Y qué más da? Les contesto.
A ver si nos entendemos. No quiero decir que no tengamos que tener un peso “meta”, pero tampoco debemos hacer de ello una obsesión.
Lo que está claro es que si hemos decidido perder peso es porque el que tenemos actualmente “no nos sirve”.
Por tanto, creo que no sería un error de planteamiento el de “kilo que pierdo, kilo que no tengo”, de manera que, aunque no perdamos todo el peso que nos sobra, si conseguimos quitar una parte de ese exceso y lo mantenemos en el tiempo, siempre será menor problema que el peso inicial, por lo que siempre habremos conseguido algo positivo.
Pongamos por ejemplo una persona que pese 115 kilos y cuyo peso normal según lo que ya hemos explicado del Índice de Masa Corporal sea 70 – 80 kilos. Esto implicaría un exceso de peso teórico de 35 kilos. Si esta persona comienza un tratamiento para adelgazar y consigue perder 20 kilos, pesará 95, lo que se traduciría en un exceso de peso de 15 kilos.
Desde luego, no es lo mismo en cuanto a exceso y, por consiguiente, tampoco será lo mismo en cuanto a las repercusiones de ese exceso de peso sobre la salud (y, por qué no decirlo, sobre el aspecto estético) de esa persona.
Si, aunque abandone el tratamiento, posteriormente mantiene el peso que ha conseguido, la próxima vez que se encuentre decidido a volver a intentar adelgazar, tendrá más fácil conseguir llegar a su peso meta.
En conclusión. ¿qué más da cuantos kilos tenga que perder? El peso que tiene ahora es excesivo y cualquier pérdida, por pequeña que sea, ha de ser bienvenida y deberá intentar mantener el nuevo peso, ya que, aunque excesivo, será más próximo a “lo normal” que el peso inicial.
Y volvemos a comprobar que una actitud positiva en nuestros planteamientos mentales sigue siendo de gran importancia, como en todos los demás, en este tema de la pérdida de peso.
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