Poco tiempo después, por cuestiones de residencia, perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella. Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Pepe seis meses después del accidente, y cuando le pregunté como estaba, me respondió:
"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó:
“Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás.
Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
"¿No sentiste miedo?“ le pregunté.
Pepe continuó: "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: "es hombre muerto." Supe entonces que debía tomar una decisión”.
"¿Qué hiciste?" pregunté.
Pepe me dijo: "Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, y respirando profundo grité: - "Sí, a las balas" - Mientras reían, les dije: "estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud.
Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente. La ACTITUD, al final, lo es todo.
Segunda moraleja: Sólo se frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados y de lavida
3 comentarios:
Excelentes historias, el tal Pepe es una máquina! Lo de la actitud es muy importante, pero me parece que hay que practicar mucho para conseguirlo y en muchos casos no se logra, por mucho que se intente... De todas formas la idea es seguir intentandolo no? eso también es actitud positiva.
Linangel.
La vida es un continuo apredizaje, incluso hay que aprender a tener una buena actitud, sino recordad un antiguo proverbio que dice:
“Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino
Buenas reflexiones. Las dos. Nadie dijo que fuera fácil, pero si ni siquiera lo intentamos, la posibilidad de conseguirlo se multiplica por cero (bart simpson dixit)
La actitud de intentar aprender a tener una buena actitud, no deja de ser una actitud positiva... (toma trabalenguas!!!)
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