sábado, 8 de diciembre de 2012

receta 42: ALUBIAS CON ALMEJAS

Aprovechando que este puente está mi hijo en casa, hoy hemos invitado a los abuelos (mis padres y mi suegra) para compartir un rato familiar de lo más agradable. Y como hace frío y apetece un plato de cuchara, he preparado unas
alubias con almejas
que estaban de rechupete. Sí, ya sé que las legumbres no son precisamente hipocalóricas, pero, como hay que comerlas de vez en cuando, si cuidamos la forma de preparación, se pueden incorporar a la dieta sin mayor problema.
Así las he hecho:
La noche anterior ponemos las alubias a remojo en agua fría. Yo he usado unas alubias de Berceo que nos regaló Charo el año pasado y que las tenía congeladas. 
Por la mañana, escurrimos las alubias, las lavamos bien y las ponemos en la olla a presión, cubiertas de agua y con un pimiento verde, dos zanahorias, media cebolla, un puerro, un par de dientes de ajo sin pelar y una hojita de laurel. cerramos la olla y contamos quince minutos desde que coge presión. Entonces apagamos el fuego, retiramos la olla y dejamos que pierda la presión antes de abrirla.
Sacamos las verduras y las ponemos en el vaso de la batidora (pelamos los ajos y reservamos una de las dos zanahorias) con un par de cucharadas de alubias ya cocidas y salsa de tomate (yo he usado del que hace en conserva mi suegra). Batimos hasta hacer una pasta y reservamos.
Escurrimos las alubias del agua de la cocción, las cubrimos con caldo de pescado (lo venden ya hecho en tetra brick) y añadimos la pasta de verduras que hemos hecho con la batidora. Así espesará un poco el caldo y le da color y sabor. Añadimos también, cortada en daditos la zanahoria que habíamos reservado sin batir.
En una sartén aparte, ponemos un poquito de aceite (será el único que lleve el guiso) y sofreimos un par de dientes de ajo cortados en láminas. Cuando empiezan a tomar color, añadimos las almejas (yo he usado unas que tenía congeladas) y un chorrito de vino blanco. Las tapamos y según se van abriendo, las vamos incorporando a la cazuela de las alubias. Cuando ya se han abierto todas (desechad las que no se abran), añadimos al guiso el caldo de la sartén, colándolo para evitar la tierra y las impurezas que hayan podido soltar las almejas. 
Damos un hervor removiendo un poco para que se incorporen bien todos los sabores, rectificamos de sal si es preciso... y a la mesa.
Lo hemos acompañado con un buen crianza de Rioja y mi padre me ha preguntado si tenía guindillas. He sacado un bote de guindillas en aceite del que hemos acabado comiendo todos. 
Buena compañía (la mejor: mi mujer, nuestros padres y nuestro hijo), buena comida, buen vino... ¿qué más se puede pedir?
P.S.: ¡¡¡cómo comen estos pensionistas!!!



3 comentarios:

geyer dijo...

El año que viene no hace falta que nos juntemos en un restaurante, con estas alubias (otras semejantes) y un segundo tenemos una cena ideal. Ahora no me digas que es pesado para la noche, porque luego un gintonic y a casita a dormir.

Jose dijo...

Sí, y además, si llenas la bañera de agua, no hace falta conectar el jacuzzi: Las burbujas las pones tú mismo, jajaja

Anónimo dijo...

Q buena pinta...la proxima vez invitas a tus sobris.....q segurisimo apreciamos tu buena mano en la cocina