Esta tarde he visto una película mejicana que me ha encantado y que os recomiendo que la veáis si tenéis ocasión. Se titula “el estudiante” y no pienso contaros de qué va para que si la veis no lo hagáis condicionados.
Tanto la canción como la película me han recordado un texto que leí hace tiempo y que más o menos (en este caso, parecido sí es lo mismo) dice algo así:
Nunca guardes ni dejes nada para una ocasión especial, cada día que vives es una ocasión especial.
Entiende que la vida es un conjunto de experiencias para gozar, no para sobrevivir.
Pasa más tiempo con tu familia y amigos.
Disfruta más y limpia menos, siéntate en la terraza y admira el panorama sin prestar atención a los hierbajos del jardín.
No guardes nada sin estrenar. Usa tu mejor vajilla. Ponte el traje nuevo para ir al supermercado si te apetece. Usa tu mejor colonia todas las veces que te apetezca.
Elimina de tu vocabulario las frases “algún día…” y “uno de estos días…”
Piensa en esas pequeñas cosas no hechas que no dejarías para más adelante si supieras que tienes las horas contadas. En los amigos que dejarías de ver porque los verías “uno de estos días”. En las cartas o e-mails que dejarías de escribir porque lo harías “algún día”…
Piensa en que ya no podrás decir a tu pareja, a tus padres, a tus hermanos, a tus hijos cuánto les quieres. En que ya no podrás pedir disculpas…
Intenta no guardar nada que pueda añadir risa y alegría a tu vida y a las de los que te rodean...
Éste es un día especial. Cada día, cada hora, cada minuto es especial.
Si merece la pena hacerlo ahora... ¿por qué esperar?
2 comentarios:
Sabes doc, por esos palos que te mete la vida de vez en cuando, desde hace casi cuatro años procuro practicar muchas de las cosas que dices ahí. Me alegro cada día de cumplir días y alucino cuando cumplo años. Creo que no hay nada más lindo (cómo me gusta esta expresión), que seguir vivo y dando guerra y procuro aprovechar los momentos que tengo, incluso busco tener tiempo hasta para perderlo, cosa que me viene genial. El tiempo se nos escapa entre las manos y estamos entretenido con cosas complicadas que nos hacen perder el tiempo y mal gastar esfuerzos en vano. Me encanta lo sencillo (que no lo simple) y procuro aplicarlo en mi trabajo y en mis quehaceres diarios, por eso me gustan las cosas que escribes. Un abrazote enorme.
¿Sabes, Fer? No sé si soy muy sensiblero, pero me ha emocionado tu comentario. Más que lindo, como diría un argentino, es re-lindo.
Por cierto, a mi también me encanta lo sencillo e incluso lo simple (a lo mejor es que yo soy muy simple). Creo que, como dice una de mis sentencias, en realidad la vida es muy simple y las cosas realmente importantes también lo son.
Otro abrazo fuerte para ti, amigo.
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