Hay personas que viven obsesionadas con su peso y acaban siendo esclavas de la báscula. Se pesan al levantarse, sin ropa, vestidas, antes y después de comer, cuando vuelven de hacer ejercicio… No pueden resistir subirse a cualquier báscula que encuentren: en la farmacia, en el aeropuerto, en el baño de casa de sus amigos…
Tenemos que aprender a “racionar” y a racionalizar la báscula. Cuantas más veces nos pesemos, más locos nos podemos volver, ya que el peso de una persona fluctúa constantemente.
Yo recomiendo pesarse solo una vez por semana, a ser posible en la misma báscula y más o menos en las mismas circunstancias (hora, ropa…). Lo ideal sería pesarse por la mañana, recién levantado, después de haber orinado, en ayunas y sin ropa, es decir, en condiciones basales, para intentar disminuir al máximo los factores que pueden influir en el peso.
Tengamos en cuenta que en un mismo día, de manera natural, puede haber una diferencia de hasta 2 kilos (y más) entre el momento que más pesamos y el que menos, diferencia que puede aumentar si estamos expuestos a circunstancias especiales como pueden ser días de calor intenso, ejercicio exagerado o diarreas, por poner algunos ejemplos.
La variación de peso de una pesada a otra consecutiva no nos dice si hemos engordado o adelgazado, solo nos da referencia de si pesamos más o menos. Es decir, podemos haber adelgazado esa semana (o sea, haber disminuido cantidad de grasa corporal) y sin embargo, la báscula puede reflejar un aumento de peso. Y al revés sucede lo mismo ¿No os lo creéis? Pues hagamos una prueba:
Id ahora a la báscula que tenéis en el baño y pesaros. Tenéis un peso X. Muy bien. Ahora bebed dos o tres vasos de agua y volved a pesaros. ¿A que pesáis aproximadamente medio kilo más que antes? Y ¿vais a intentar convencerme de que habéis engordado medio kilo en menos de un minuto? Seguro que vosotros tampoco os lo creéis. Hagamos ahora la prueba contraria y en vez de beber agua, haced pis y cacas. Pesaréis aproximadamente medio kilo menos que al principio y ¿de verdad pensáis que habéis adelgazado medio kilo en un momento? Sinceramente, yo tampoco. Pero fijaos que estamos hablando de una diferencia de más o menos un kilo según hayamos hecho una cosa o la otra en una diferencia de tiempo realmente corta.