Aunque al asomarnos a la ventana o al salir a la calle no lo parezca por el buen tiempo que hace, ya estamos en otoño, que es tiempo de fresquito y de setas.
Hace un montón de tiempo que no he ido a coger setas al campo, afición que me inculcó desde pequeño mi tío Emilio (alguno de vosotros os acordaréis de él), sobre todo las setas de chopo, que para mi son unas de las más ricas.
Cualquier día de estos me calzo las botas de monte y me voy a dar un garbeo por el monte, a ver si pillo alguna para mis recetas.
Bueno, pues como hoy me he levantado tarde y no tenía mucho tiempo ni para ir a por setas ni para cocinar, me he inventado, aprovechando lo que tenía por casa, una receta de
POCHAS CON SETAS
Ingredientes: Alubias pochas (yo las tenía congeladas), una cabeza de ajos, media cebolla, una zanahoria, un tomate pequeño, dos pastillas de caldo de verduras, un litro de agua, aceite de oliva, setas (yo he usado un par de botes de setas variadas que tenía en la despensa, pero con setas frescas, mucho mejor)
En la olla a presión colocamos las pochas con la zanahoria entera pelada, la cebolla, el tomate y la cabeza de ajos entera. Le añadimos el agua y las dos pastillas de caldo de verdura. Cerramos la olla y cocemos el tiempo suficiente para que las pochas estén blanditas pero sin deshacerse.
Mientras tanto, en una sartén con aceite de oliva (1-1,5 cucharadas por comensal), vamos haciendo las setas troceaditas a fuego no muy fuerte. Si usáis setas de bote como he hecho yo, os recomiendo lavarlas abundantemente para quitarles el exceso de sal y ese toque de acidez que tienen las conservas, aunque después tengáis que ajustar de sal otra vez.
Cuando haya perdido la presión, abrimos la olla y retiramos la zanahoria, el tomate, la cebolla y los ajos (yo los he guardado en un “taper” en la nevera y esta noche me lo ceno en frío con una miaja de aceite crudo. Aquí no se tira nada ¿eh?) y añadimos las setas con el aceite y damos un último hervor para que se mezclen los sabores. Si pasáis unas pocas setas por la batidora antes de añadirlas a las pochas, todavía mejor.
Y ¡hala! A degustarlas. Aunque estemos a dieta hay que comer legumbres de vez en cuando y aquí os he presentado una forma distinta de prepararlas sin añadirles grasas. Es una forma distinta de hacer una legumbre de vigilia.
Por cierto, están muy suaves pero muy sabrosas .
Buen provecho.
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