domingo, 11 de mayo de 2014

cultivando la buena suerte

Estaba haciendo de jardinero de primavera con las macetas de mi balcón y al regar la de los tréboles de cuatro hojas, que ya han brotado y están preciosos (lo podéis comprobar en la foto), se me ha ocurrido que plantar estos tréboles es una forma curiosa de cultivar la buena suerte.

Hay distintas definiciones para lo que se conoce como “buena suerte“. Se dice que es azar, un suceso imprevisto, favorable o agradable que ocurre por casualidad… pero si nos fijamos bien, la buena suerte casi siempre tiene sus raíces en una conducta anterior, ya que incluso los sucesos más improbables, como que nos toque la lotería, parten de lo que hemos hecho nosotros para que eso suceda. Es decir, si queremos que nos toque la lotería… aquí me acuerdo del chiste de un señor que iba todos los días a la iglesia a rezar: “Señor, por favor, haz que me toque la lotería” y así todos los días, uno tras otro: “Señor, por favor, haz que me toque la lotería”, hasta que un día, el Señor, harto de escucharle, le dijo: “Vale macho, yo hago que te toque la lotería, pero tú al menos tienes que comprar un décimo…”

En definitiva, la buena suerte sí existe, pero la hemos de provocar nosotros en la mayoría de las ocasiones y actuando, ya que quedarse esperando a que algo mejore no es la respuesta. Si no hacemos nada, la tendencia de las cosas es ir a peor. ¿No os ha pasado alguna vez?

Una actitud creativa dirá que la buena suerte es planear, explorar, descubrir y, si algo va mal, responsabilizarnos de nuestra propia realidad. O como dice Alex Rovira en su libro “La Buena Suerte”, crear Buena Suerte únicamente consiste en... ¡crear circunstancias! Y dado que crear Buena Suerte es crear circunstancias... la Buena Suerte solamente depende de TI.

Ésa es la buena suerte en la que creo y que intento cultivar. ¿Y tú? ¿cultivas tu buena suerte?


No hay comentarios: