lunes, 28 de mayo de 2012

más o menos

Piensa menos, siente más. Intenta salir de ese ruido mental que ocupa tu cabeza continuamente.Centra tu atención en tus sentimientos y en tus emociones. Observa lo que piensas, pero no lo juzgues.
Enfádate menos, sonríe más. La negatividad nunca es una buena forma de enfocar una situación. Viste tu cara con una sonrisa y verás que el mundo te responde con mejor humor. La Alegría es el ingrediente principal del compuesto de la salud.
Habla menos, escucha más. Pregunta, escucha, vuelve a preguntar y cuando te toque no te limites a hablar. Di más, expresa más, comparte más, da más. Dios nos ha hecho con dos orejas y una boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos.
Juzga menos, tolera más. Quien no comprende, juzga y cuanto mejor es uno, tanto más dificilmente llega a sospechar de la maldad de los demás.
Mira menos, haz más. La vida es un juego. No te quedes al margen. Participa y si quieres ver cosas que nunca has visto, haz cosas que nunca has hecho.
Quéjate menos, acepta más. No te vuelvas loco. Sal de esa situación o acéptala, pero no te quejes, no sirve de nada. Acepta lo que no puedes cambiar y cambia lo que no puedes aceptar.
Teme menos, confía más. Si temes padecer, padeces ya lo que temes. Cuestiona siempre el origen de tu miedo. Las sombras solo significan que hay una luz brillando cerca.
Odia menos, ama más. Si quieres ser amado, ama. Guardar rencor es como dejar a alguien vivir en tu cabeza sin pagar alquiler.
Castígate menos, quiérete más. Sé benevolente contigo mismo. Al fin y al cabo eres la única persona con quien vas a convivir el resto de tu vida y te tienes que llevar bien con ella. Comenzar a amarse uno mismo es comenzar un romance de por vida.
Espera menos, da más. No des esperando recibir a cambio y sobre todo demuestra gratitud por todo lo bueno que tienes y lo malo que no tienes. La gratitud es un antídoto ante la desesperanza.
Discute menos, cede más. Acepta lo bueno y lo malo de la gente. No se puede amar a medias.
Trabaja menos, disfruta más. Y si no puedes trabajar menos, disfruta de tu trabajo como si no necesitaras dinero. Cuando no se puede lo que se quiere hay que querer lo que se puede.
Exige menos, perdona más. Si no sabes perdonar, procura no equivocarte. El perdón no cambia el pasado pero da sentido al futuro.
Exígete menos, equivócate más. Céntrate en el esfuerzo, no en el resultado. Si no te equivocas de vez en cuando es que no estás aprovechando todas tus oportunidades y al final todos tus intentos son un éxito porque o triunfas o aprendes.
Preocúpate menos, relájate más. Las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas. Al final todo acaba bien y si no acaba bien es que todavía no es el final.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo pones tan fácil.............QUE SERÁ FÁCIL !!!!!! :-D
Sonia

Jose dijo...

o sí.