domingo, 24 de enero de 2010

una piedra en el camino...

¿cuántas veces no nos hemos encontrado con dificultades en nuestra vida o en nuestro quehacer diario?
¿cuántas veces no hemos dicho a nuestros hijos (o nos han dicho nuestros padres) que para conseguir algo es necesario poner algo de nuestra parte?
¿cuántas veces no hemos oído aquello de que el esfuerzo siempre tiene su recompensa?
¿y cuántas veces no hemos tenido que aprender de nuestros errores por no aprender de los de los demás?
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Luego se escondió y se quedó observando para ver si alguien quitaba la tremenda piedra.
Cuando los viajeros llegaban a la altura de la piedra, todos protestaban airadamente. Unos simplemente la rodeaban, otros culpaban a la autoridad por no mantener los caminos en buenas condiciones, otros daban media vuelta y buscaban otro camino sin obstáculos, otros se sentaban al borde del camino para ver si alguien se molestaba en moverla para poder pasar después… pero ninguno de ellos hizo nada para sacar la piedra del camino.
Un vecino que vivía apartado del pueblo y pasaba por allí todos los días con un fardo de leña para vender sobre sus hombros, llegó a la altura de la piedra. Iba bastante cansado, pero puso su carga en el suelo trabajosamente y trató de mover la roca hacia un lado del camino. Después de empujar y empujar, con gran esfuerzo, lo consiguió. Cuando iba a recoger su fardo de leña, encontró en el suelo, justo donde antes había estado la roca, una bolsa de cuero. Abrió la bolsa y vio que contenía un buen puñado de monedas de oro y una nota del rey diciendo que ese era el premio para la persona que quitara la piedra como recompensa por despejar el camino.
Moraleja: Cada obstáculo puede estar escondiendo una oportunidad, tanto para ayudar a los demás como para ayudarte a ti mismo.

No hay comentarios: